El vagabundo Charlot es perseguido por un policía hasta una carpa de circo. Los propietarios del mismo creen que esta persecución es una farsa y, ante las risas que provoca, lo contratan. Allí, Charlot se enamora de la hija del empresario circense.
> Última película realizada por Chaplin en el periodo mudo, se trata, tal vez, de su obra más compleja en el terreno formal y, sin duda, una de las más divertidas. Como en el resto de sus films, la torpeza y falta de adecuación al entorno del vagabundo Charlot provocan, por una parte, el caos, pero por otra la hilaridad de los demás hasta el punto de convertirle en la estrella del circo. Y así y de forma involuntaria, le vemos enfrentarse a un león o ejercer de funambulista y salir airoso con su ingenio de todas las situaciones. Todo ello da lugar a algunos de los gags más elaborados e ingeniosos de la carrera de Chaplin, como la persecución inicial o la escena de los espejos. También tendrá ocasión de mostrar su ingenuidad y su buen corazón, características de un personaje inmortal que divierte y emociona generación tras generación.